martes, 20 de noviembre de 2018

La familia Revista CoPaLa (México - Colombia), La Cátedra Jorge Alonso (México), La Revista FAIA( Argentina)  y el Directorio Deycrit- sur. 

Se solidariza con la Dra. Zulay C. Díaz Montiel de Márquez, ante la dolorosa partida de uno de los grandes pensadores de Nuestra América. 

Como equipo de Deycrit-Sur, sentimos el reciente fallecimiento del Dr. Álvaro Márquez-Fernández, fundador y director de la revista Utopía y Praxis Latinoamericana y un intelectual comprometido con el pensamiento crítico. Nos sumamos en el respeto y en los mejores sentimientos hacia su familia y círculo más cercano. Márquez-Fernández ha sido uno de los cofundadores de este proyecto Deycrit-Sur y ha trabajado siempre por contribuir a nuestra América. Le recordaremos aprendiendo de él, respetando su obra y, sobre todo, con aprecio y cariño.


Les agradecemos por sus oraciones, intención y energías ante los difíciles momentos que se encuentran atravesando su esposa, familiares y seres queridos. 



sábado, 28 de julio de 2018

El aporte educativo de las TIC a la construcción de la paz territorial en Colombia


Texto completo en CEDOTIC AQUÍ

José Javier Capera Figueroa, Andrés Felipe Velasquez Mosquera


Resumen



La violencia en Colombia es un fenómeno estructural que ha marcado la vida de cualquier ciudadano por más de medio siglo, dicho panorama se ha configurado como una problemática política, económica, social y cultural que permite la constitución de prácticas desde abajo en función de superar las secuelas del conflicto armado en el país.

Por ello, la finalidad del siguiente artículo de investigación consiste en señalar la importancia del componente educativo – pedagógico de las TIC, al ser un instrumento de formación de sujetos críticos, autocríticos, éticos, políticos y con una praxis orientada a construir experiencias de paz por medio de la difusión, la divulgación, la elaboración y la creación de espacios, relaciones y formas virtuales de comunicación del sujeto en comunidad. La metodología que se aplicó fue: el análisis crítico documental, la sistematización de fuentes primarias y secundarias, la revisión y reflexión teórico- analítica sobre las TIC, la violencia y la construcción de paz desde abajo a través de las herramientas virtuales en espacios locales y/o comunitarios.


Palabras clave

TIC, Postconflicto, Violencia, Construcción de Paz, Educación.

jueves, 12 de julio de 2018

Encuentro con la vocera Indigena de gobierno María de Jesús Patricio Martínez ( Marichuy)
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales UAEMex compartió (link Facebook del vídeo)
puede visualizar el vídeo  AQUÍ

martes, 3 de julio de 2018

TESIS MIT


“La resignificación política del movimiento indígena del Tolima Colombia en el periodo histórico de 1991- 2015” 


Resumen 

La presenta tesis de investigación intitulada “la resignificación política del movimiento indígena del Tolima-Colombia en el Periodo de 1991- 2015”, tiene como finalidad realizar un abordaje crítico desde el campo de la sociología política descolonizadora a través de la experiencia de los pueblos indígenas del departamento del Tolima. Por un lado, se hizo uso del método cualitativo de la teoría fundamentada y la aplicación de la metodología horizontal para construir un proceso intersubjetivo que permitiera un diálogo abierto entre los actores y el investigador.
Por otro parte, la necesidad de incursionar en la línea de los estudios decoloniales como un espacio emergente en la sociología política Latinoamericana, permitió generar aspectos, elementos y nociones adecuadas para el análisis de la dinámica de los movimientos indígenas en la región, a su vez, la importancia de reflexionar desde una perspectiva crítica los problemas y fenómenos que configuran la realidad social de las comunidades indígenas del Tolima. 
La construcción teórica – metodológica vista desde la horizontalidad se convierte en un instrumento acorde para lograr inducir los conceptos, categorías y elementos desde los fenómenos, problemas y situaciones presentes en el territorio producto de la praxis de los actores subalternos que configuran los pueblos indígenas del Tolima. De esta manera, se logró diseñar un esquema que puso en diálogo la descolonialidad de la sociología política y su vinculación con temas como el Estado, la sociedad civil y las organizaciones sociales que interactúan con los sujetos sociales desde su territorio.
En últimas, el aporte fundamental realizado en esta investigación es el de explorar una perspectiva de la descolonización de la sociología política en su componente epistemológico, teórico y metodológico para así permitir un análisis dialógico con el sujeto colectivo que forma parte del movimiento indígena del Tolima en su respectiva experiencia sociocultural. 

  Abstract 

The research thesis presented entitled "the political resignification of the indigenous movement of Tolima-Colombia in the period of 1991-2015", aims to make a critical approach from the field of decolonizing political sociology through the experience of indigenous peoples from the department of Tolima. On the one hand, the qualitative method of grounded theory and the application of horizontal methodology were used to construct an intersubjective process that would allow an open dialogue between the actors and the researcher.
On the other hand, the need to venture into the line of decolonial studies as an emerging space in Latin American political sociology, allowed to generate aspects, elements and appropriate notions for the analysis of the dynamics of indigenous movements in the region, in turn, the importance of reflecting from a critical perspective the problems and phenomena that shape the social reality of the indigenous communities of Tolima
The theoretical - methodological construction seen from horizontality becomes an instrument in order to induce concepts, categories and elements from the phenomena, problems and situations present in the territory product of the praxis of the subaltern actors that make up the indigenous peoples of Tolima. In this way, it was possible to design a scheme that puts into dialogue the decoloniality of political sociology and its connection with issues such as the State, civil society and social organizations that interact with social subjects from their territory.
Ultimately, the fundamental contribution made in this research is to explore a perspective of the decolonization of political sociology in its epistemological, theoretical and methodological component in order to allow a dialogical analysis with the collective subject that is part of the Tolima indigenous movement in their respective sociocultural experience

 Puede Leer el texto completo AQUÍ


domingo, 1 de julio de 2018

Voces de las Resistencias

Ángeles Mariscal, periodista independiente

Participación de la periodista Ángeles Mariscal en el IV Foro Social sobre Democracias Otras. (Contra) geografía electoral y procesos de autogobierno en Chiapas y México celebrado 3 días antes de las elecciones del 1 de julio de 2018.

Rocío Moreno, Comunera de Mezcala, Jalisco

Esta serie de Voces de las Resistencias de Cara a las Elecciones del 1 de julio de 2018 en México nos permite conocer de primera mano las experiencias de lucha que los y las miembros del Congreso Nacional Indígena han tenido defendiendo sus tierras-territorios y siendo parte de un trabajo organizativo de base que reta las formas y modos de la democracia representativa electoral. La compañera de lucha Rocío Moreno, mujer coca de la isla de Mezcala Jalisco -quien a la vez es historiadora y concejala del CIG- habla del proceso de organización que el Concejo Indígena de Gobierno/CNI-EZLN tienen durante este tiempo electoral. Ella nos recuerda que más allá de los candidatos, las elecciones y los votos las mujeres y los pueblos en resistencia siguen organizándose de cara a la ofensiva global neoliberal patriarcal colonial en curso

martes, 12 de junio de 2018

Deportes Tolima, cuna de guerreros


 leer en Las2Orillas



La ansiedad de un sueño y la constante lucha por lograrlo es parte de la compleja travesía de vivirlo en carne propia. Se viven momentos de angustia, sufrimiento y dolor, pero al final la plenitud de llegar a la meta se convierte en uno de los momentos más sublimes de la vida. Que más se le puede pedir a un equipo como el Deportes Tolima que en medio de las adversidades internas, el débil financiamiento y la poca inversión en su plantilla demuestra que es posible vencer a los grandes, es decir, pasar por encima de cualquier Goliat no es un cuento, es una realidad.

Las historias de vida que conforman el respectivo cuerpo técnico, jugadores y asistentes del actual campeón del fútbol colombiano son el reflejo de la entrega en cuerpo y alma por un sueño, la disciplina cotidiana por acercarse al mismo pero en especial la lucha por superar las dificultades, limitantes y problemas que aparecen en el transcurso por concretar dicha meta. Ahora lo podemos comprobar el triunfo del Deportes Tolima no es el reflejo de una mera cultura del fútbol, es la muestra de la unión, la humildad y la tenacidad de cada integrante, todo enmarcado en un diálogo intercultural dentro y fuera de las canchas.

De esta manera, el triunfo conseguido, producto de la lucha y el sacrificio personal, es el reflejo de la mística que caracteriza un sueño en cualquier sentido. La resistencia de jugadores como Danovis Banguero que llegando al final del partido logró desplegar un cabezazo que se convirtió en la pieza para llegar a la definición por penales, y a partir de allí se selló con un 4-2 el éxito del equipo Pijao.

La fe en todos los sentidos fue la clave que motivo a los jugadores, declaraciones como “Hoy solo fue una cuestión de fe”, “Teníamos la fe de que acá podíamos dar vuelta” demuestran un ambiente de energía en un plantel sin tantos apellidos o jugadores de renombre, siendo una razón fundamental que conllevó a que el Tolima se consolidara como el campeón de la Liga Águila 2018- I.

El juego de un Álvaro Montero en el arco dio seguridad en medio de su juventud, la defensa estratégica de Fainer Torijano que no dio cabo suelto en el área. El juego fresco de Rafael Robayo silenció las críticas por su edad y demostró la sabiduría en el campo. El constante ataque por parte de Yohandry Orozco impulsó la necesidad de ir por el triunfo. La tenacidad de un Sebastián Villa que se atrevió, arriesgó y enfrentó con múltiples jugadas a la defensa del Nacional que terminó por enloquecerla. La obstinación de un Ángelo Rodríguez que en medio de su lesión quiso dar más y terminó siendo un factor de unión en los momentos adversos del torneo.

Sin dejar a un lado, el diseño mesurado pero efectivo de Alberto Gamero, un técnico que tiene la capacidad de unir, fortalecer y explotar el talento de los equipos humildes, dicha razón le ha permitido enfrentarse con los grandes y volver cierta la reflexión bíblica que David le puede ganar a Goliat en cualquier momento de la historia. Tal como lo reflejan sus palabras: “Es una hazaña, hoy lo que hicimos fue grande. Santa Marta goza lo que vivimos aquí, a Dios gracias lo hicimos, estos manes son unos guerreros, venir aquí a hacer lo que hicieron es grande”.

En últimas, el Deportes Tolima logró el triunfo de la liga Águila. Sigue la tarea de la Selección Colombia en el mundial y la responsabilidad más importante en estos momentos: ir a las urnas, votar y demostrar que la defensa de la vida, el territorio, la paz y el vivir dignamente no es una cuestión meramente política es un acto humano y sentípensante. Tenemos la responsabilidad de superar las secuelas del conflicto armado, la corrupción endémica en las instituciones, el poder banal de las mafias y la narcopolítica apoderada del gobierno, sin dejar a un lado el insensato imaginario de prolongar un proyecto de nación basado en la explotación, la violencia y el exterminio del otro, tal como ha sido impuesto por los grupos hegemónicos y legitimados por algunos sectores subalternos en la tierra de Macondo.

jueves, 7 de junio de 2018

Pensamiento crítico, cosmovisiones y epistemologías otras, para enfrentar la guerra capitalista y construir autonomía’ de Jorge Regalado (2017)


Ver en cátedra de Jorge Alonso AQUÍ

Resumen
En los últimos años, el seminario de Jorge Alonso se ha convertido en un lugar donde se construyen el pensamiento, la teoría y la práctica de América Latina. Ahora se considera como uno de los lugares para pensar acerca de la complejidad de los fenómenos que afectan directa o indirectamente la dinámica Sur-Sur. Un lugar de enunciación, que trae un conjunto de análisis críticos sobre cuestiones como la ecología del conocimiento o el diálogo popular entre los diferentes tipos de conocimiento. En otras palabras, un lugar de interacción entre la teoría y la práctica, con el objetivo de constituir otra realidad en nuestros contextos locales, nacionales e internacionales.

Palabras clave : dinámica Sur-Sur, pensamiento crítico, ecología del conocimiento.

Descarga directa AQUÍ

miércoles, 25 de abril de 2018

jueves, 22 de marzo de 2018

jueves, 15 de marzo de 2018

Reseña Educación para la paz integral - Memoria, interculturalidad y decolonialidad

Revista POLISEMIA , Universidad Uniminuto (Colombia)
Disponible para lectura y descarga  aquí

El sociólogo, antropólogo y latinoamericanista Eduardo Andrés Sandoval Forero, investigador social, crítico y comprometido con la teoría y práctica que debe existir en las ciencias sociales, nos presenta su libro Educación para la paz integral - Memoria, interculturalidad y decolonialidad, en el que recopila una serie de artículos, ensayos y reflexiones extensas sobre la complejidad de pensar la paz integral como un tema pertinente de las dinámicas latinoamericanas, para así transitar en la apuesta por reflexionar a partir del giro decolonial la manera de construir ‘otro’ tipo de análisis/esquemas/conceptos que permitan comprender los problemas – estructurales como son: la violencia, pobreza, desigualdad, xenofobia, conflictos armados y autoritarismo que se viven en la región.Texto completo  aquí

miércoles, 14 de marzo de 2018

Una mirada crítica al proceso político del movimiento indígena Boliviano


Una Mirada Crítica  Sobre el Proceso Político  Del  Movimiento Indígena Boliviano y su Apuesta en la Refundación del  Estado


Se puede Leer o descargar aquí


lunes, 26 de febrero de 2018

En defensa de los líderes sociales en Colombia




Vivimos un momento crucial de la realidad colombiana, estamos intentando dar un paso hacia la construcción de la paz y la implementación de los acuerdos, una oportunidad que parece estar cada vez más alejada en su apuesta por ir superando nuestros problemas cotidianos, la crisis de valores y la falta de ética en los distintos espacios sociales del país.
Resulta complejo pensar un escenario de posconflicto cuando las comunidades, líderes y actores sociales son cada vez más vulnerables a la violencia, la persecución política y la criminalización de su vocación comunitaria y territorial. Tal como lo ha señalado el Instituto de Estudio para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), el año 2017 cerró con 170 líderes sociales y defensores de paz asesinados en el país  y el 2018 no parece mejorar esta problemática
En efecto, esta situación compleja nos invita a reflexionar sobre qué pasa con la democracia, las instituciones y la responsabilidad del Estado y la ciudadanía en estos tiempos. No es posible concebir como “normal o natural” la muerte de cualquier ser humano, en estos casos líderes sociales y defensores de paz que a través de su voluntad política son los encargados de dinamizar localmente los espacios de deliberación política al interior de los grupos más vulnerables de la nación.
El conflicto de intereses en los territorios es uno de los aspectos que influye en este fenómeno social. El asesinato sistemático de líderes comunitarios no puede ser reconocido como un fenómeno ajeno a las problemáticas del gobierno. Es su responsabilidad garantizar las mínimas condiciones, oportunidades y elementos para ejercer el libre desarrollo del ejercicio político liderazgo comunal.
De otro lado, la influencia de los grupos de extrema derecha de la mano de actores ilegales (bandas criminales) ha sembrado una especie de terror generalizado sobre las comunidades en su apuesta por repensar la democracia más allá de la esfera oficial e institucional. Si bien a este gobierno se le reconoce la voluntad de sacar a flote un proceso de paz con la guerrilla de las Farc en medio de las contradicciones políticas, económicas, culturales y ambientales, también es necesario señalar su poca capacidad de garantizar un ambiente para ejercer el liderazgo, la movilización y la defensa de lo público al interior de los grupos más excluidos del país. No es raro para el centralismo capitalino y el imaginario de las élites este fenómeno tan dramáticos de silenciar las voces de lo que luchan por una Colombia distinta.
Sin embargo, la situación no mejora en este inicio de año, tan solo en dos meses van 30 líderes asesinados en el territorio nacional y no se logra vislumbrar un gesto de voluntad política para buscar los verdaderos culpables de estos hechos, nada nuevo cuando se conoce la forma de actuar en función de dilatar los procesos de verdad, justicia y reparación de la víctimas frente al gobierno nacional. Sería justo reconocerle al presidente Juan Manuel Santos su apuesta hacia la transición del  posconflicto, pero también es necesario aclararle que la paz no puede ser pensada y ejecutada desde arriba, por medio del poder político de los grupos hegemónicos, por el contrario debe ser una praxis desde abajo y al servicio de todos los sectores sociales del país. Véase: El mapa de la vergüenza
El panorama político en estos tiempos no es muy alentador, dado que siguen la clase tradicional y politiquera están disputándose una pequeña parte del Estado, las mafias fortaleciendo su estrategia de financiar el maratón político en las regiones, el narcotráfico haciendo de las suyas. A su vez, la generación de un imaginario de polarización sobre la paz, el fantasma del “castrochavismo”, algo que no existe y la mentalidad ignorante de seguir apoyando a los mismos candidatos que desean repetir su posición en el gobierno.
En últimas, mientras continúa el asesinato sistemático contra los líderes sociales y la violación de los derechos humanos en los territorios, una parte considerable de la sociedad colombiana prefiere seguir apostándole a los proyectos personalistas e ideológicos de los candidatos. Es el momento de reflexionar cuál sería la apuesta por un proyecto de nación, uno que logre impulsar alternativas a las necesidades reales del país. Por su parte, las comunidades siguen padeciendo las secuelas del conflicto armado dentro de sus regiones, parece ser que Macondo está condenado a la estirpe de cien años de violencia y soledad.

Postscriptum: el pueblo venezolano está viviendo una de las situaciones más complejas de la historia de su país, es el momento para que la sociedad colombiana entienda, aprenda y reflexione que la xenofobia, el racismo y la violencia no es el camino adecuado. Es momento de que seamos solidarios, misericordiosos y justos con nuestros hermanos, por eso un apoyo a cada venezolano/a es un acto de fe en estos tiempos tan difíciles.

martes, 6 de febrero de 2018

En memoria de Don Temis




la paz es una oportunidad y un reto que nos invita a reflexionar constantemente. No es asunto de un grupo en particular de la sociedad sino de todos/as, es la apuesta por intentar superar la hoja manchada de sangre y dar paso a un escenario de reconciliación y perdón. Lástima que cada vez sea un sueño postergado en nuestros tiempos y aún más cuando sabemos de noticias tan lamentables como el vil asesinato contra el defensor de tierras de Buenaventura, Temístocles Machado.

La vocación de ser líder social en Colombia se concibe como un sinónimo de exclusión, persecución, victimización y estigmatización por parte de las fuerzas oscuras del Estado y los grupos criminales en las distintas regiones. Parte de esta situación, la vivió en carne propia Temístocles Machado en su ejercicio comunitario al servicio de los más necesitados, simplemente una opción preferencial por los pobres que habitan la tierra de Petronio Álvarez (Véase).



En efecto, su amplia trayectoria orientada a la defensa del territorio, las luchas de los derechos colectivos y la resistencia comunitaria es parte del legado hecho vida por Don Temis como era conocido por las comunidades negras en Buenaventura. A sus 58 años de edad cerró sus ojos por causa de una de las peores enfermedades de la sociedad colombiana: la violencia, esa que por décadas ha dejado familias desquebrajada por el dolor y otras enriquecidas a través del negocio de la guerra.


El carácter ético de Don Temis siempre fue su carta de presentación ante la sociedad, su necesidad de luchar por los más necesitados era la muestra de su coherencia orientada a reivindicar los derechos de las comunidades situadas en el Barrio Isla de Paz, una disputa territorial en defensa de los derechos de las familias de esta zona contra la persecución de sectores de la sociedad portuaria, grupos mafiosos, la clase política tradicional y los actores armados (ejército, guerrillas, paramilitares y bandas criminales) que han visto con gran interés la ubicación estratégica de esta comunidad frente a la lógica de expansión portuaria (despojo territorial).

Sin embargo, qué se puede esperar si a las 5:10 p.m. del sábado 27 de enero del presente año, dos hombres armados llegaron al parqueadero de su casa y en un acto miserable dispararon en tres ocasiones, un impacto de estos fue directo a su cabeza, dejando sin vida a uno de los líderes y miembro del Proceso de Comunidades Negras (PCN) más importante en el tema de la defensa, resistencia y autonomía de los territorios afros en Buenaventura.

La compleja situación que presencia Buenaventura no es nada nuevo para los líderes sociales y el equipo del Comité del Paro Cívico que paralizó el puerto más importante de Colombia por 29 días el año pasado, exigiendo las mínimas condiciones que debe garantizar el Estado en esta región (salud, educación, cultura, economía y seguridad, entre otras). Por el contrario, fue un tema que siempre estuvo presente en las discusiones y demandas realizadas ante las entidades correspondientes, y una vez más queda demostrado la falta de voluntad, capacidad y garantía por parte del gobierno nacional en esta zona del Pacífico.

Por supuesto, no es nada nuevo para las élites del país que Buenaventura solo tenga importancia por su naturaleza de ser puerto, la capacidad de conectar el Pacifico en términos de una economía transnacional y su posición estratégica para el mundo de las mafias aliadas con la clase política tradicional dela región, nada nuevo en un laboratorio de violencia que han construido históricamente para atropellar el derecho a la vida, la dignidad y el desarrollo de un vivir bien al interior de las comunidades negras.

El asesinato de Don Temis no solo fue contra él, su familia y amigos, representa un atentado directo sobre las comunidades por defender sus territorios, una forma de generar incertidumbre sobre los avances del proceso de paz, los acuerdos regionales y la generación de un ambiente caracterizado por la violencia sistemática contra los líderes sociales del país (asesinatos masivos).

Asimismo, es la muestra profunda de la incapacidad del Gobierno nacional por construir la paz desde los territorios y la importancia de la democracia desde abajo, lo que está viviendo la sociedad bonaverense nos debe invita a reflexionar: ¿qué pasa en Colombia con nuestros líderes comunales? y ¿quién asume la responsabilidad de estos hechos? Que no venga a salir con la misma receta de siempre: investigaciones a medias, los mismos cuentos mediáticos, la “voluntad” política sin resultados concretos (aguas tibias) y la dilatación de los verdaderos responsables de estas situaciones que muestra el vacío de construir la paz desde las regiones.

miércoles, 24 de enero de 2018

Tumaco, laboratorio de paz y violencia



Los días siguen transcurriendo y la paz cada vez se vuelve un reto por seguir construyéndose. Todavía en las partes céntricas del país y en las capitales se siente un ambiente o imaginario de negación y poca credibilidad frente a lo que se lleva del proceso de paz, mientras que en las “periferias”, el campo y las zona rurales se respira un ambiente de tranquilidad y simpatía con el desarme simbólico realizado por la guerrilla de las Farc.
Aunque la situación no es la mejor posible y más en época electoral donde muchos “políticos” se la juegan toda por mantener su maquinaria o buscar las formas necesarias de subir y adquirir un poco de la mermelada burocrática del Estado, los problemas estructurales no paran. La corrupción galopa en todas las esferas, las megaconstrucciones siguen cayéndose y los caciques de las regiones avanzan en su senda de construir una cultura del dinero fácil y el poder a través de coimas a unos cuantos (prácticas mafiosas).
En este sentido, la situación de la “perla” del pacífico, ubicada al sur del Nariño, no es contraria a la realidad nacional. En Tumaco como lo había comentado en una columna se requiere la presencia del Estado en lo social, lo cultural y lo político; contrario a lo que actualmente viene sucediendo con la remilitarización del puerto y la intensificación de la presencia militar sin atacar las raíces estructurales que configuran las problemáticas de la región (el plan militar “Atlas” que se refleja con la presencia de 6.500 soldados más en el municipio)
La compleja realidad de Tumaco al ser reconocida como la cocina de violencia y disputa territorial entre la guerrilla, los paramilitares y las bandas criminales, la convierten en un laboratorio estratégico para intensificar la violencia a mediana y gran escala o por el contrario como una región ejemplo de construcción de paz desde abajo. Parte de esta situación responde al ser el municipio con más cultivos de coca del país, esto representa un ambiente estratégico para buscar acciones que puedan generar terror o criminalización de cualquier manera.
Un aspecto que determina la creación de laboratorios de violencia en esta zona tiene que ver con asuntos como el desempleo absoluto, al menos 100.000 jóvenes están en el diario vivir del rebusque, la debilidad institucional que contribuye a fomentar una cultura del dinero fácil y prácticas mafiosas al servicio de la corrupción, son eslabones de la ilegalidad en el puerto. Así pues, este lugar representa la oportunidad de avanzar en la senda de un posacuerdo si existiera voluntad política que permitiera impulsar “otra” forma de desarrollo, el empoderamiento de las comunidades y un diálogo horizontal entre las instituciones y los actores que conviven en el municipio.
Del mismo modo, esto facilitaría una mayor interacción de un territorio eminentemente ribereño, alrededor de las 300 veredas que configuran el plano territorial del puerto, una de las razones que posibilitan la acción estratégica del narcotráfico, las actividades de vendedores de microtráfico en los barrios, pero en especial la conexión de lancheros con capos encargados de realizar los cargamentos destinados para Centroamérica y México. Sencillamente, una actividad que rompe con las fronteras y fortalece la cultural de la violencia en todas sus dimensiones.
En estos momentos, el panorama en Colombia no es el mejor cuando tenemos al lado un momento electoral donde la paz se encuentra en juego por la posición radical, parcial o acomodada de los candidatos presidenciales y las bancadas al congreso, en particular cuando la concentración de la guerrilla de las Farc dejó  un vacío armado y de poder en la región, que no han podido solventar las instituciones, las fuerzas militares y las organizaciones sociales-civiles. Sumado a esto la fuerza territorial de las bandas criminales en los barrios, veredas y comunas están fomentando un ambiente de terror, es decir, la cultura de la violencia no cesa, mientras el gobierno persiste en apostar por un modelo de paz desde arriba (las élites políticas, culturales, económicas y sociales) dejando por fuera las comunidades provenientes de abajo.
Post-scriptum:
1) La Universidad del Tolima a través de la administración actual muestra su apoyo y/o simpatía con el partido conservador del departamento.
2) La burocratización del alma mater es continua, se han prestado para poner amigos de los amigos en puestos administrativos , pareciera ser que la promesa de una reforma universitaria se quedó en una crónica anunciada.
3) La “gata” del Tolima que es cabecera de lista por el Partido Liberal arremete contra un periodista e investigador social de alto prestigio, no le queda de otra alternativa al demostrar su incapacidad para debatir sobre su pasado politiquero y corrupto.

jueves, 18 de enero de 2018

50 años de las luchas del “indio” Manuel Quintín Lame III




Las secuelas de un conflicto armado de larga duración no pueden sanarse de la noche a la mañana, aun cuando la sociedad en su imaginario colectivo carece de la maduración necesaria por pensar un país en donde la construcción de la paz provenga y sea impulsada por las comunidades desde y para los territorios.
La guerra propia o la guerra ajena vivida por las comunidades indígenas no es indiferente a esta situación tan estructural como lo implica la violencia en sus múltiples connotaciones, pareciera ser que la lógica de las élites tanto de izquierda como de derecha promovieran un ambiente marcado por la negación y la eliminación del “otro”, siendo así que parte de esta lucha por reconocer la dignidad y el respeto al ser “indígena” fue una consigna constante promulgada por el “indio” Manuel Quintín Lame en su proyecto mesiánico y liberador de los pueblos indígenas en Colombia.
En efecto, la fuerza del pensamiento de Quintín Lame conllevó a la generación de militancias, colectivos y grupos dedicados a la defensa de la raza, la vida, la tierra y el territorio en función de continuar la noción de la causa indígena en todas sus dimensiones. Un resultado concreto fue la emergencia a la esfera pública del Movimiento Armado Quintín Lame (MAQL) que ha sido considerado como la primera guerrilla indígena en América Latina.
Los cincuenta años del trasegar político de Quintín Lame se pueden reconocer como un tiempo coyuntural que posibilitó la discusión de nuevos temas y debates frente a la concepción sobre qué tipo de democracia existen y se ha impuesto a lo largo de la historia por parte de los sectores hegemónicos de la sociedad colombiana. Así pues, la cuestión de la autonomía, la defensa y la resistencia paso a ser un tema polémico que desbordo todo tipo de imaginario político cada vez pareciera ser que los pueblos indígenas demostraban su postura por construir zonas o comunidades alejadas del conflicto armado o por el contrario la necesidad de buscar las herramientas necesarias para garantizar su seguridad frente a la ola de violencia política y armada proveniente de distintos actores (gamonalismo, hacendatarios, paramilitares y guerrillas) esta serie de prácticas constituyeron una praxis que se identificaron con las necesidades de ir más allá de la disputa por el poder político y dejar en claro la postura pedagógica de paz proveniente de las comunidades en sus territorios.
Tal como sucedió con el pequeño grupo de indígenas Paez (Nasa) que en la década de los ochenta y noventa empezaron la organización de un movimiento que hiciera peso a la violencia de los terratenientes en el Cauca, y lograran impulsar la recuperación de tierras en el Norte de este departamento. Un aspecto que generó la construcción de un imaginario basado en una “guerra propia” a través de la creación de autodefensas étnicas nada extraño en la compleja historia del conflicto armado colombiano. Véase: http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/informes/informes-2015-1/quin...
El departamento del Cauca se ha caracterizado por convivir en medio de la disputa por el poder y la acumulación de la tierra de forma prolongada, esto ha contribuido a la reproducción de enfrentamientos constante por parte de las guerrillas, los grupos paramilitares y los sectores tradicionales (terratenientes y latifundistas) orientados al dominio de los territorios. Por ello, la experiencia proveniente de la primera guerrilla indígena MAQL consistió en su naturaleza política de no buscar el poder sino garantizar la defensa de la vida, la tierra y el respeto a otros sectores sociales.
En últimas, el impacto estratégico generado por el MAQL tuvo una amplia conexión con la cosmovisión indígena procedente del Norte del Cauca, un elemento de empoderamiento social y político guiado por la recuperación de la identidad, la autonomía y la cultura de los Paeces que sumaron simpatizantes de otros grupos étnicos en la región, un gran antecedente que demuestra la vigencia del pensamiento descolonial, insurrector y crítico del “indio” Manuel Quintín Lame que por más de 50 años se mantiene y asume cada vez mayor aceptación para distintos grupos, colectivos y actores que consideran necesario y posible una sociedad en paz, democráticamente justa y humanamente posible al servicio de los más necesitados de la tierra de Macondo.
http://josecaperafigueroa.blogspot.mx/

martes, 2 de enero de 2018

El giro decolonial en el estudio de las vibraciones políticas del movimiento indígena en América Latina

Texto completo en Revista Otros Logos (ver)


Eduardo Andrés Sandoval Forero y José Javier Capera Figueroa

Resumen




El giro decolonial ha sido considerado ruptura, insurrección, y apertura epistémica en el campo de la investigación social, en las últimas décadas del siglo XX. La fuerte discusión, crítica y distancia que se generaron al interior de las ciencias sociales con respecto a su condición eurocéntrica de investigar los fenómenos sociales, fue uno de los argumentos centrales, que desarrollaron pensadores, comunidades, pueblos, líderes e investigadores sociales comprometidos con “otra” realidad política y social en cada uno de los territorios de Nuestra América. Así pues, la finalidad del presente artículo producto de una investigación en curso, consiste en exponer los principales referentes, marcos y perspectivas teóricas encargadas de estudiar el movimiento indígena desde la sociología política latinoamericana

1 Este artículo de coautoría, forma parte del tema de investigación de tesis del alumno José Javier Capera Figueroa, bajo ladirección del Dr. Eduardo Andrés Sandoval Forero para optar por el título de la Maestría en Sociología Política del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora de la Generación XVI (2016-2018), inscrita en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología del CONACYT (México). Doctor en Sociología, Maestro en Estudios Latinoamericanos, y Antropólogo Social. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México nivel II desde 1995. Profesor invitado de universidades de: Estados Unidos, América del Sur, España e Italia. Fundador y Coordinador Académico de la Maestría y el Doctorado en Educación para la Paz y la Convivencia Escolar. Investigador-Profesor del CIEAP, Universidad Autónoma del Estado de México, Correo: forerosandoval@gmail.com  Politólogo de la Universidad del Tolima. Analista político y columnista del periódico el Nuevo Día yRebelión.org. Maestrante del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora (México). Correo: caperafigueroa@gmail.com - http://josecaperafigueroa.blogspot.mx/